5 de la mañana: diana.
6 de la mañana: nos convertimos en mineros reflectantes, hoy entramos en autovía.
6:30 de la mañana: salimos
7 de la mañana: desayuno en el palas. Cumpleaños feliz a Chotín: 40 le caen, de marcha.
7:30 de la mañana: al asfalto.
La autoridá (siempre la autoridá), pendiente, extremada y puntillosamente pendiente de hasta el más mínimo gesto, nos conmina (sinónimo de amenaza) a convertirnos en mineros reflectantes: todos pues de amarillo fosforito. Así nos disfrazaron hoy y así seguiremos disfrazados. No importa: si no se ven las camisetas, ¡todos con los cascos de la mina!
Así de guapos hemos pisoteado 27 kilómetros de autovía entre Benavente y Villalpando. Sin mucho calor, con mucho ánimo: más cada día..., ¡¡el que autogeneramos a cada segundo y el que nos inyectan con dulzura y cariño miles y miles de personas a través, sobre todo, de twitter (@marchanegra)!! Sabíamos que a la llegada nos esperaba quizás algo de lluvia y ¡seguro! una espicha: sidra, pulpo, lacón..., y folklore asturiano del bueno bueno bueno con Nuberu y Anabel Santiago (¡¡escúchalos en Radio Minera!!..., cantando y contándonos... Y mírales en facebook: www.facebook.com/lamarchaminera).
Y además...: ¡¡¡las familias!!!..., de nuevo las familias...
Espectacular jornada en la que, al contrario de la mayoría, no se habló de la final de la eurocopa y mucho menos de la maldita y devastadora y traidora crisis económica (excepto, claro está, del apartado que afecta, con obsesión más que afán de pasarla de la devastación a la extinción, a la minería. No, aquí hoy se habló de que el cansancio no es cansancio y de Madrid está mucho más cerca.
Benavente-Villalpando: hoy nos vimos desde los puentes.
Salud!!
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